El señor Gallardo fue el primer maestro de la escuela de Villa General Uboldi. Era un hombre delgado, alto y esmerado en todo, en especial con su vestimenta. Llevaba un enorme bigote negro y el cabello corto, del mismo tono, con un flequillo de lado que sacudía de costado cuando le caía sobre la vista. El movimiento había sido bautizado por sus alumnos como “el cabezazo”. Algunos estudiantes habían contado catorce cabezazos en una clase y en la tapa de un cuaderno habían calculado mil cuatrocientos por mes. Pero no eran cómputos acertados, solo contemplaban el horario escolar. Él nunca hablaba de sus padres y era sabido que no pensaba cambiar su condición de soltero. Algunas madres se ofrecieron a recortar el rebelde flequillo del maestro. Ninguna tuvo éxito. El hombre se ocupaba de organizar torneos deportivos, inculcar el ahorro, promover la filatelia y otras actividades fuera del esquema escolar de la época. Había logrado hacerse querer por todos, incluso por sus alumnos. Despu...
En pocas palabras y otros cuentos sueltos.